jueves, 10 de mayo de 2012

Entre la política y la vida

Saludos monsieur, madame!!

Una de mis grandes pasiones es reflexionar, y puede que haya sido eso (en parte, ya que Indiana Jones también hizo lo suyo) lo que me ha empujado a estudiar Historia, para reflexionar sobre lo que fuimos y por qué fuimos como fuimos, y llegar a entender lo que somos. En este mundo que nos ha tocado vivir, desgraciadamente es imposible ser completamente feliz, a no ser que se sea el mayor egocéntrico y egoísta del mundo; pero alguien que vea un poco más allá de lo suyo, sentirá que hay demasiadas cosas que cambiar antes de que podamos sentarnos, mirar al mundo y decir: ¡ahora que el mundo es feliz, ahora yo también podré serlo completamente!

Viendo la situación que tenemos en España, como en tantos otros países, me ha inspirado para escribir esta entrada sobre la política. Siempre he pensado que la política era algo inútil y como tal, me he sentido poco interesada por ella; hubo un tiempo en que decidí intentar entender los entresijos de la política, pero lo único que hizo fue alejarme más de ella. Me parece una forma absurda de complicar algo tan simple como es el querer ayudar y necesitar ser ayudado.

Pensemos en la voluntad. La voluntad es la mayor energía que podemos tener, usar, y poner al servicio de lo que creemos justo; la voluntad nos lleva a realizar acciones tan pequeñas como dejar de fumar u otras más grandes como atrevernos a llegar al mañana, aun cuando no albergamos ninguna esperanza; la voluntad nos empuja a ser mejores, y esa influencia se transmite a las personas que tienes al lado, que a su vez se transmite a otras, creando una cadena de "buenos haceres". La voluntad es altruismo.

Y ahora pensemos en la política. La política es poder como sustantivo; es corrupción; es perversión; es impunidad; es engaño; es robo; es traición; es egocentrismo; es interés personal; es la Caja de Pandora que encierra todos los males y en la que la Esperanza hace mucho que abandonó su lugar. 

La política anula esa buena voluntad, esa voluntad altruista, y la pervierte al convertirla en la voluntad para uno mismo. Si esto es a lo que ha llegado el Zoon Politikon aristotélico, no me queda más que decir que:

LA POLÍTICA ES UN CÁNCER DE VOLUNTAD

Y dicho esto, terminaré con las magníficas palabras de una gran película,
Buenas Noches y Buena Suerte

- Virtizia Rose - 

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